Lectores

Las Sagradas Escrituras son, sobre todo en la proclamación litúrgica, fuente de vida y de fuerza… por lo cual el amor a las Escrituras contribuye al vigor y renovación de todo el pueblo de Dios. (Introducción al Leccionario #47).

Cuando las Escrituras son leídas en la Iglesia, Dios mismo está hablando a su gente, y Cristo, presente en su propia palabra, proclama el Evangelio. Por lo tanto, todos deben escuchar con reverencia las lecturas de la Palabra de Dios, ya que ellas constituyen un elemento de gran importancia en la Liturgia. (Instrucción General del Misal Romano #29).

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